Acusaba el comandante en su primer entrada desde la llegada a la luna más alejada de la estrella principal.
Hopkins, encargado de la exploración y análisis de superficie del equipo de inspección 43, tuvo un cambio repentino en su temperamento tras haber informado un avistamiento peculiar en el sector 12.
Era extraño en él. Era una persona sociable y nunca perdía la amabilidad y la calidez a la hora de interactuar con sus compañeros. Su concentración absoluta era lo que más admiraban quienes trabajaban a su alrededor.
Todo comienza al quinto día de la llegada al campamento, Hopkins logra identificar una fuerte señal a unos cuántos kilómetros de distancia que, según sus cálculos, se tardaría un día completo entre ir y volver, pero la información valdría el esfuerzo. La misión tendría lugar al día siguiente, e iba a ser acompañado por Jenkins y Greer, pero esto no pudo ser posible.
Jenkins y Greer se encargaban de las comunicaciones y del cultivo, respectivamente. El cambio climático era esperado, pero no tan extremo, uno de los domos de cultivo sufrió una avería por lo que Greer tuvo que quedarse.
La emoción y curiosidad ganaron. A pesar de que la votación del equipo fue posponer hasta nuevo aviso la exploración, Hopkins decidió ir por su cuenta. ¡Tenía en sus narices el descubrimiento más extraordinario de su carrera! No podía esperar ni un solo día más. Y así fue, a primera hora abandonó el campamento dejando una irónica nota en el panel de anuncios:
"Voy por cervezas, ya vuelvo -J.H.-"
A pesar del frío extremo y las condiciones agresivas del ambiente, Hopkins no perdía el sentido del humor.
Al encontrarse con la nota, la risa de Davies erradicó la tensión y preocupación del ambiente. "Vamos, a trabajar todos, Hopkins sabe lo que hace", dijo el Doc mientras reía. En estas situaciones, un simple comentario del doctor valdrían para alivianar la carga de culpa que sentía el equipo por dejarlo ir solo. La noche sin Hopkins fue eterna, parecía que hacía más frío de lo normal y que la luna había cobrado vida para deleitar a sus huéspedes con un canto de caos. Jenkins no pudo dormir y, cuando divisó que la noche estaba acabando, saltó de su capsula y comenzó a prepararse para recibir a Hopkins. "Antenas listas, codificador andando.. ¿emisor?.." El frío volvió a jugar una mala pasada, el emisor no estaba funcionando. Para Jenkins fue una bendición, algo para hacer mientras el explorador volvía. Pasaron las horas y Hopkins no daba señal. El intercomunicador tenía un rango óptimo de funcionamiento, por lo visto, el explorador todavía no entraba en él.
Las dudas inundan al equipo, y cuando todo parecía tornarse gris una interferencia da lugar a las esperanzas. Hopkins entró en rango de comunicación, pero no respondía. El equipo deja toda actividad y se pone en marcha para ir a buscarlo, quedaban muchas horas de luz, podían permitirse ir en grupo y después seguir trabajando en el campamento.
Tras quince minutos de caminar, Davies identifica una figura. Arrastrando los pies, con su tableta en mano, Hopkins aparece a lo lejos. Los miedos del equipo tuvieron un punto final, allí estaba, estaba bien... o eso creían.
"Se ha vuelto más recluido y agresivo. Me estoy empezando a preocupar por él. Haré que Davies le haga un chequeo a fondo para asegurar que no le pasa nada"

[Uno de los domos de Greer]

[El campamento]
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Acá el CMDT Zha'kix, es una pequeña parte de toda una historia que se me ocurrió explorando sistemas, espero que les guste, problemente esté escribiendo la continuación en estos días. ¿Qué paso con Hopkins? ¿Qué fue lo que vió?